vísceras, sangre y pelos...
En este lugar podrán leer lo mejor de la nota roja nacional e internacional. **PARA EL QUE QUIERA DAR SU OPINIÓN, ALGUNA APORTACIÓN O ESPECIFICAR COMO VAN A ASESINAR A LA VECINA, ESCRIBAN A LA SIGUIENTE DIRECCIÓN: serialkiller_fan89@hotmail.comlunes, diciembre 29, 2003
¡DESALMADO!
Un acto inhumano y cruel fue cometido contra una bebé de escasos tres meses de nacida, a quien sus padres presuntamente asesinaron al asfixiarla, para luego meter el cadáver en una olla de aluminio, la cual fue cubierta con cal.
Al intervenir las autoridades se logró rescatar a otra menor, quien presenta un alto grado de desnutrición y síndrome del niño maltratado, por lo que de inmediato fue trasladada al Hospital Infantil de Peralvillo, donde recibe atención médica.
En el lugar de los acontecimienos los investigadores localizaron un recado en el que decía que los padres de las menores se suicidarían en un parque lejano, por lo que las autoridades ministeriales y judiciales, así como uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública, llevan a cabo una minuciosa revisión en todos los parques del Distrito Federal, principalmente los que se localizan en la Delegación Miguel Hidalgo.
Un presunto implicado, identificado como Alfonso Loya, amigo de los progenitores de las dos menores y quien presuntamente acudió con el padre de las pequeñas a comprar la cal, se encuentra detenido y sujeto a investigación y en las próximas horas se determinará su situación jurídica.
Los hechos ocurrieron en calle Privada de los Maestros número 1, interior 3.
Investigaciones ministeriales y periciales arrojaron que el cadáver de la menor Percevali Malibrán Silverstein se encontraba en el interior de una olla de aluminio, cubierta con cal.
De igual modo, se localizó con vida a la menor Dana Malibrán Silverstein, de aproximadamente 1 año 2 meses de edad, la cual aparentemente no presentaba lesiones, pero fue trasladada al Hospital Infantil de Peralvillo debido a un cuadro de desnutrición que presentaba.
Además menciona el nombre de un hermano, a quien le piden que se haga cargo de la menor y que reclame los cuerpos para no ser llevados a la fosa común. Vecinos del lugar manifestaron que la pareja compuesta por Mario Jesús Malibrán Aguilar, de aproximados 28 años de edad y Raquel Silverstein, de unos 25, rentaban el cuarto que habitaban desde el 6 de noviembre del año en curso.
El cadáver de la menor fue llevado al anfiteatro de la fiscalía en Miguel Hidalgo, mientras elementos de la Policía Judicial están abocados a la localización de los padres de las pequeñas.
LA ULTIMA NOTA DE NUESTRO INTIMO AMIGO, "EL CANIBAL"
Caníbal alemán mató por afán de sensacionalismo
Armin Meiwes, el "caníbal de Rotenburgo", actuó por afán de sensacionalismo, dijo ante la corte de Kassel (centro de Alemania) el psicólogo que lo atiende en la prisión de esa ciudad.
Meiwes, no padece ninguna enfermedad ni tampoco retraso mental, pero tiene una personalidad inmadura, señaló el psicólogo Heinrich Wimmer ante los magistrados.
El experto indicó que el acusado carece de sensibilidad y es incapaz de controlar sus deseos e impulsos.
Meiwes actuó por afán de sensacionalismo, para llamar la atención pública, afirmó el psicólogo que lo atiende en el penal de Kassel donde está recluido mientras dura el juicio.
El ‘caníbal de Rotenburgo’ quiere oír misa en Navidad
Prosiguieron los interrogatorios a potenciales víctimas de Armin Meiwes
Armin Meiwes, de 42 años, más conocido ya como el “caníbal de Rotenburgo”, pidió asistir a un servicio religioso de Navidad en la cárcel donde está detenido, dijo este lunes su abogado defensor ante la corte de Kassel (centro) que lo juzga por un caso de antropofagia sin precedentes en la historia criminalística de Alemania.
Harald Ermel, abogado defensor de Meiwes, rechazó la estimación de los magistrados de que el proceso, “pese a los atroces detalles que ventila, no afecta para nada al acusado”.
“Hacia afuera no muestra nada, pero la procesión va por dentro”, dijo el abogado. El tribunal interrogó ayer a puertas cerradas a tres hombres, potenciales víctimas del “caníbal de Rotenburgo”, y a un joven de 25 años, homosexual, con quien Meiwes mantenía relaciones desde hacía año y medio.
Ante los magistrados compareció un telefonista de la ciudad de Essen (cuenca del Ruhr) de 28 años, que quería ser decapitado, un estudiante, de 25, y un comerciante, de 39, que respondieron a los avisos colocados en internet por Meiwes buscando “hombres que quisieran ser devorados”.
El joven homosexual, un desocupado que recibe ayuda social, describió al especialista en computadoras como un hombre “afable, solícito y alegre”, de quien no sabía en absoluto que tuviera inclinaciones canibalísticas.
El telefonista, un hombre corpulento, se presentó en el juzgado con la cabeza cubierta por un chal y declaró ante los magistrados que había respondido al aviso dándose a conocer como más delgado, lo cual había desagradado a Meiwes.
El estudiante dijo que solamente participó en un “juego de rol” de canibalismo en la casa del acusado.
El comerciante, en cambio, se había presentado como “un devoto cerdo de matanza”, declaró Meiwes ante los magistrados. A pedido de su visitante, el caníbal había construido una jaula donde lo encerró durante su permanencia en la casa. Sin embargo, el hombre no le gustó “en absoluto” a Meiwes y por eso no ocurrió nada ese día.
El propio abogado defensor de Meiwes calificó de “perverso” el acto, filmado íntegramente en cintas de video caseras que fueron exhibidas ante la corte sin presencia de público.
Ante la conmoción de los magistrados, el caníbal declaró que él y Brandes se sintieron un poco frustrados después de comerse el órgano sexual de este último, porque pese a haberlo condimentado con sal, pimienta y ajo no sabía tan bien como se habían imaginado originalmente.
Meiwes admitió asimismo ante los jueces que después de la muerte de Brandes buscaba nuevas víctimas, porque la carne humana que tenía en el congelador se le estaba terminando. Agregó, sin embargo, en su confesión que cuando conoció personalmente al telefonista éste no le gustó, porque era demasiado gordo.
Entre tanto, el tribunal considera asimismo la posibilidad de condenar al “caníbal de Rotenburgo” por el delito “de homicidio a pedido” como reclama la defensa, en lugar de “asesinato”, lo que implicaría una sentencia leve, de solamente cinco años de prisión, y no una pena máxima de 15 años, como pide el fiscal.
El abogado de Meiwes dijo que su cliente recibe en la cárcel, entre tanto, mucho “correo de admiradores” que quieren tomar contacto con él. No se trata, sin embargo, de personas aficionadas al canibalismo, señaló el letrado.
Meiwes recibe asimismo visitas de jóvenes y de personas adultas, pero no de sus familiares, y en Navidad quiere asistir a un servicio religioso (evangélico) oficiado por el capellán del establecimiento de detención donde está recluido en Kassel mientras dura el proceso.
